Días atrás entrevisté a algunas sanadoras del Pueblo de La Toma, que residen en el Antigal. El Antigal es el lugar de los antiguos, en el cual habitan los espíritus, donde también tienen plena vigencia las creencias, la oralidad y las prácticas curativas ancestrales. También allí se encuentran restos óseos humanos de tiempos remotos que visibilizan la presencia de los antiguos. El Antigal del Pueblo de La Toma tiene epicentro en el Pasaje Quevedo situado a pocos metros del río, en donde termina Bª Alto Alberdi. Este lugar es el espacio en el cual el Pueblo de La Toma preserva su legado histórico, en el cual los saberes ancestrales se mantienen vivos, el Suquía tiene significación sagrada y los sanadores ejercen su poder y experiencia para hacer el bien al vecindario. Los sanadores, dueños de la memoria e intérpretes de la tradición oral poseen una dimensión mística y mítica, es decir por una parte se trata de personas espirituales que adhieren a tradiciones religiosas sin involucramiento institucional y por otra parte, viven los mitos antiquísimos otorgándoles vigencia actual. En el Pueblo de La Toma, hay sanadores y sanadoras, aunque las entrevistas realizadas fueron exclusivas a mujeres del Antigal.
JULIA GOMEZ: Ella tiene 78 años, comenzó a sanar desde los 15, ya que ella sintió desde muy pequeña que tenía un poder especial. Su familia se dio cuenta de ese don y la alentó. Desde muy joven aprendió a curar estas dolencias y enfermedades: “el empacho” que es un malestar generado por alguna indigestión, “la ojeadura” malestar en los ojos producido por numerosas miradas que quieren halagar generalmente a un bebé y en el caso de los adultos, producido por distintas personas que están hablando o pensando del mismo ser humano, quien comienza a sufrir un dolor en los ojos; “la culebrilla” que la ciencia académica asocia con cierto herpes, se visibiliza con granitos y ampollas en el cuerpo, generalmente en el torso, el saber popular está convencido que puede ser mortal pero saben que los sanadores del lugar tienen el don de curarlos. Julia relata que siente devoción por la Virgen de Lourdes y se encomienda a ella para sanar.
EL COMUNERO REFLEXIONÒ SI ERA
OPORTUNO PUBLICAR EL SIGUIENTE TESTIMONIO. DECIDIÒ HACERLO PORQUE ES PARTE DE
LA REALIDAD DEL BARRIO AUNQUE OMITIENDO DATOS PERSONALES Y FOTOGRAFÌA. TAMBIEN
RECOMIENDA ERRADICAR EL CONCEPTO DE BRUJA, YA QUE ESTIGMATIZA, ES INSULTANTE,
MACHISTA Y PATRIARCAL.
NOEMI X: “Hay brujas malas y brujas buenas, yo soy de las buenas,
“vuelo” pero para hacer el bien”. ¿Y que lleva a la gente a acudir a “las
brujas malas”? “Recurren a ellas para destruir relaciones afectivas, para que
le vaya mal a tal o cual persona, para atar o desatar amores, para vengarse de
alguien con algún “maleficio”, o para eclipsar el mal que le hicieron al
consultante en cuestión. Están emparentadas con el mal y por eso no son
queridas. El dolor, el rencor, la envidia y la venganza motiva a algunas personas
a visitarlas. Noemí cura males de
diversas dolencias físicas y psíquicas, ella dice ser vidente que tiene poder
para decir “quien está perseguido” y quién no. Un comunero del Pueblito manifestó haber encontrado en su casa una
caja oculta que contenía tierra, de inmediato
ella infirió que esa tierra era del cementerio que era un mal hecho por una
mujer que ya había fallecido. Ella afirma que en el barrio hay muchas brujas y
dice: “Aquí cerca no más, vive la bruja más mala de todas las brujas”.
EL COMUNERO