6.1.23

LA NIÑA DEL SUQUIA

Uno de los rasgos de la espiritualidad de los comechingones y de muchas culturas originarias es nuestra permanente relación con los antiguos, ya sea en apariciones, en sueños o presentimientos. Ellos conviven con nosotros, por eso generalmente no teníamos necrópolis, y a nuestros antepasados los sepultábamos en la casa. Les relato una experiencia real, material: El Hombre del Suquía que ya hemos presentado, no vino solo, vino con una niña de 6 años[1] procedentes de hace 3 milenios y un siglo. Una experiencia que nos zamarroneó existencialmente como comunidad y nos hemos enamorado de la criatura como suelen enamorar los niños.

En distintos momentos de la historia del Pueblo de La Toma, en su Antigal fueron encontrados restos óseos humanos, generalmente en la construcción de cámara séptica, pozos negros y desagües, también los vecinos relataban que a veces estaban expuestos en la superficie. Durante el siglo XX llegaban estudiantes del Clínicas en búsqueda de huesos que los comuneros les alcanzaban. En 1959 un grupo de vecinos del Pasaje Quevedo –epicentro del Antigal- zanjando en los pies de “la pirca de los indios”[2] para que la municipalidad instale el agua corriente, quedaron sorprendidos con el hallazgo de “huesos humanos cubiertos de una tela como de arpillera y salinizados”, se dieron cuenta que eran antiquísimos y temiendo que el Estado les detuviese la obra, los recogieron respetuosamente en bolsas de nylon y después de rezar los enterraron en la rivera sur del Suquía[3].

Desde algunos años atrás el Instituto de Culturas Aborígenes (ICA) estudiaba el Antigal, fue entonces cuando una comunera, alcanzó una bolsa que contenía restos óseos a integrantes del ICA. Lo habían encontrado hacía muchos años; se trataba de un adulto y de un niño. El Instituto solicitó la ayuda de Andrés Laguens, quien sobre una mesa distribuyó con habilidad los huesos del adulto y constató que se trataba de un varón. Luego le pedimos a Mirta Bonìn la gestión de hacer datar ese material por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) quién meses después nos sorprendió con la respuesta de la UNLP informando la antigüedad de aquellos restos óseos: 3.100 años.[4]

En la comunidad nos preguntamos ¿por qué fueron sepultados juntos? Seguramente porque eran familia, lo màs razonable es pensar en un padre y su hija, no se trataba de nómades sino sedentarios, por los otros restos encontrados en el lugar, parece un pueblo de cazadores y recolectores además por la fecha de datación coincide con la aparición de la agricultura en la región. Por la forma en que fueron encontrados, uno puede deducir que no fue muerte natural, sino violenta, ya sea por un accidente, una guerra, una enfermedad contagiosa o una inundación. El menor parece aferrado al mayor.

Así como el adulto era llamado EL HOMBRE DEL SUQUIA, pensamos nombrar al menor, pero…no puede establecerse el género de la criatura a simple vista: ¿era el niño o la niña del Suquía?. El Casqui Curaca Jorge Ferrer Acevedo nos acercó una investigación científica que señala : “las hormonas sexuales, entre ellas el estrógeno y la testosterona son esenciales para la masa ósea…la masa o densidad ósea es fácilmente distinguible en los adultos pero muy similar en los niños antes de la pubertad”, este dato favoreció nuestra decisión. La comunidad discernió democráticamente y la opinión de considerarla una niña fue abrumadoramente mayoritaria. Los dos curacas que participaron en el discernimiento opinaron como la mayoría.

Algunos comuneros argumentaron su decisión, mientras que otros solo se pronunciaron. Entre los argumentos citamos: “Me inclino por niña. Siempre se visibilizó al varón y se le da primacía…y al nacer esta niña, ya desde ese momento viene con la premonición de dar vida, de dar a luz…y hoy esa niña de 3.100 años viene a traer vida, historia, esperanzas y orgullo a la comunidad comechingón de La Toma”; “Yo, niña, porque la mujer transmite cultura, identidad, etc.”; “con mi madre, nos inclinamos por el niño, porque como mujer nos representa, la madre tierra, la Pachamama”;  “me parece perfecto que la comunidad elija democráticamente. Igualmente es muy interesante y poder aprender. Se puede tomar como la niña y seguir buscando y aprendiendo”;  “Propongo la niña porque el sexo del antepasado adulto es masculino y además porque al morir siendo tan niña no pudo ser madre y ahora emerge desde la madre tierra, desde la Pachamama, una maternidad”.

Querida NIÑA DEL SUQUIA, te imaginamos emocionados: caminando por nuestro territorio, encantada del paisaje en el que viviste, familiarizándote del bosque nativo, corriendo bajo talas y algarrobos, golpeándote la brisa con aromas del poleo y la peperina,  disfrutando de las achiras con sus pétalos moteados, de colores vivos, observando desde lejos a los ciervos de ramificados cuernos, a los guanacos y vicuñas, te imaginamos cuidada por los tuyos mojando tus pies en ese río nuestro fecundo en peces en aquella época. Te imaginamos querida niña, observando con curiosidad los quehaceres de tu madre, y también cuando algo te asusta ir corriendo para resguardarte en los brazos protectores de tu padre.

EL COMUNERO



[1] Un médico forense pidió discreción por una opinión acerca de esos restos óseos, se trataba de un infante que debía tener entre 5 y 7años. Se comprometió a seguir investigando.

[2] Antiquísima pirca, hoy ubicada en la casa de Mafalda Tapia, Páez Molina y Pasaje Quevedo.

[3] La Cacique Teresita Villafañe contaba haber sido testigo de aquel hallazgo y que fueron enterrados donde ahora pasa la costanera, al lado de unas cuevas destruidas después, con la construcción de la misma.

[4] Andrés Laguens y Mirta Bonìn son científicos que trabajan para la UNC.